Tumores vasculares (Patología sistémica)
Los tumores de los vasos sanguíneos y linfáticos comprenden los hemangiomas comunes benignos, las neoplasias agresivas localmente que metastatizan raras veces y los angiosarcomas, unos tumores tan malignos como infrecuentes. Los tumores primarios de los vasos grandes (aorta, arteria pulmonar y vena cava) también son muy poco habituales y se corresponden, principalmente, con sarcomas. Así mismo, es posible que las malformaciones congénitas o del desarrollo y las proliferaciones vasculares reactivas no neoplásicas se manifiesten como lesiones de tipo tumoral. Las reglas generales son las siguientes: Los tumores benignos suelen contener canales vasculares evidentes llenos de celulas sanguíneas o linfa y están revestidos de una monocapa de células endoteliales de aspecto normal. Los tumores malignos presentan una celularidad más abundante, con atipias citológicas, de carácter proliferativo y, por lo general, no forman vasos bien organizados. La confirmación del origen endotelia