FILARIASIS
FILARIASIS
Las filariasis son producidas por nematodos
filiformes, generalmente largos. Los adultos tienen localización tisular, y las
formas embrionarias o microfilarias, se encuentran en la sangre o en los
tejidos, de donde son tomados por los artrópodos vectores. Sir Patrick Manson
(1878), trabajando en la India, observó la transmisión de la filariasis
bancrofti por un mosquito del género culex.
FILARIASIS LINFÁTICA
Agente Etiológico.
Ciclo de Vida.
Los parásitos adultos se
localizan en el sistema linfático, donde producen microfilarias; estas pasan al
torrente sanguíneo con una periodicidad nocturna, coincidiendo con algunos
vectores nocturnos. En las islas del Pacifico suele ser trasmitida por mosquitos
diurnos. Los vectores principales pertenecen a ciertas especies Culex, Aedes,
Anopheles y Mansonia; toman las microfilarias de la sangre circulante, las
cuales sufren transformaciones en el estómago y en los músculos del tórax del
mosquito, en un periodo de 10 a 15 dias, se convierten en formas cortas o de
“salchicha”, evolucionan hacia larvas infectantes, son delgadas llegan a media
1,5mm, van a la probóscide y penetran por si mismas a través del orificio
dejado por la picadura, buscan el sistema linfático en el cual sufren mudas, y
crecen hasta llegar a parásitos adultos que producen
microfilarias. Este periodo
dura 1 año.
Patología y Patogenia.
La patogenia y
características clínicas de la enfermedad dependen de la cantidad de antígeno
procedente de los parásitos adultos, duración y nivel de la exposición de la
picadura, número de infecciones bacterianas y grado de la respuesta inmune del
paciente. Se ha observado que existe simbiosis entre parásitos adultos y
presencia de la bacteria Wolbachia y organismos de tipo Rickettsia. Los
antígenos de las filarias provocan una respuesta inmune de las células Th2, lo
que lleva a la producción de citosinas (IL-1, IL-5 e IL-10), lo cual da origen
a un aumento de IgE e IgG. La
mayoría de los síntomas resultan de las reacciones contra los parásitos
muertos, o por su destrucción en los linfáticos, que contribuye a la
obstrucción de estos vasos.
Son de evolución muy lenta,
pueden distinguirse 3 etapas:
-
Aguda.
Se dan lesiones en los tejidos en donde están
localizados los parásitos adultos vivos. Causan linfangiectasias (dilatación de
vasos linfáticos); lo que en los genitales masculinos origina hidrocele,
quilocele y quiluria. Hay además edema, hiperplasia de las células
reticuloendoteliales y linfoadenitis; además se presenta eosinofilia local y
generalizada.
-
Crónica
Presenta adenopatías con mayor reacción
inflamatoria y repetidas linfangitis, que originan hipertrofia del endotelio
con tendencia a la obliteración.
-
Elefantiásica.
Existen otras causas de elefantiasis,
principalmente de origen estreptocócico, con las cuales se debe hacer
diagnóstico diferencial.
Manifestaciones Clínicas.
Los nativos de regiones endémicas
generalmente son asintomáticos únicamente en las etapas tardías de la
enfermedad, mientras que los visitantes no inmunes tienen síntomas rápidamente
y más severos, aún con microfilaremia baja. La sintomatología se presenta más
frecuentemente en la adolescencia que en adulto.
-
Fase aguda
Luego de un periodo de incubación entre 1 y
18 meses, se presentan síntomas de adenolinfangitis, consistentes en dolor y
edema en genitales, región inguinal o extremidades, también se puede encontrar
epididimitis, hidrocele y ocasionalmente abscesos. Esta sintomatología aguda
puede durar de 4 a 7 días, presenta recaídas de 1 a 4 veces por año.
-
Fase Crónica.
Se presentan los síntomas anteriormente
citados y lentamente ocurre una obstrucción linfática.
-
Fase de elefantiasis.
La etapa tardía de elefantiasis ocurre en muy
pocos pacientes, La piel en estos sitios se vuelve gruesa, áspera de tipo
verrugoso y es susceptible a lesiones traumáticas e infecciones secundarias.
Asociada al cuadro de elefantiasis puede existir la obstrucción de linfáticos internos,
con derrames, como hidrocele, ascitis quilosa y quiluria. Pueden presentarse
nódulos intraescrotales con formación de granulomas.
Diagnóstico.
En biopsia de ganglio o tejido linfático
pueden encontrarse parásitos adultos. Se prefiere la buqueda de antígenos,
usando anticuerpos monoclonales o prueba de inmunocromatografia rápida. Estos
procedimientos tienen sensibilidad de 100%, no requiere hacerlo en la noche,
como en la microfilaremia, y detecta infecciones activas a diferencia de los
anticuerpos. Pueden hacerse en suero o en líquido de la hidrocele.
La linfoscintilografía de contraste y la
ultrasonografía son métodos radiológicos, que permiten observar anormalidades
linfáticas. El ultrasonido permite ver las filarias vivas con movimiento, lo
cual se ha utilizado para el seguimiento de la efectividad del tratamiento.
Epidemiologia,
prevención y control.
La filariasis bancrofti tiene una amplia
distribución geográfica en las zonas tropicales y subtropicales. Las
principales regiones endémicas se encuentran en África ecuatorial y en las
zonas costeras de Asia tropical. A la India corresponde el 40% de la prevalencia
global, que se estima en 120 millones de personas infectadas.
En América predomina en las costas e islas
del Caribe y región noreste del Brasil. En Colombia se han descrito pocos
casos, y no constituye un problema de salud pública.
La presencia de infección humana depende de
dos grupos de factores: los ambientales, relacionados con la proliferación de
los mosquitos vectores, principalmente Culex.
Además, Anopheles, Aedes y
Mansonia; y por otro lado los
humanos, que permiten la diseminación de la infección en grupos que viven
hacinados en viviendas inadecuadas, como sucede en los barrios pobres de las
áreas tropicales, rodeados de criaderos de mosquitos. La medida de control es
la eliminación y reducción de los vectores, lo cual es difícil de lograr.
Aún se encuentra transmisión activa en
América, pero sólo en Brasil, República Dominicana, Guyana y Haití, aunque
existen 10 países más, donde hay posible transmisión. En el resto no hay
transmisión ni casos comprobados.
Tratamiento.
-
Dietilcarbamazina (DEC).
En las mujeres puede aumentar el riesgo de
aborto, por lo cual, debe evitarse durante el embarazo, sin embargo, por no ser
excretada en la leche humana no tiene
contraindicación en la lactancia.
-
Ivermectina.
Se presenta en tabletas ranuradas de 6 mg,
reduce la microfilaremia en un 90% hasta 1 año después, pero no tiene acción
alguna contra los parásitos adultos.
-
Albendazol.
-
Doxiciclina.
Debido a la simbiosis entre las filarías
adultas y la bacteria Wolbachia, se
ha utilizado este antibiótico que elimina la bacteria
y produce esterilización de los gusanos
adultos. La dosis utilizada es de 200 mg diarios por ocho semanas, con lo cual
se obtuvo reducción de la microfilaremia y de los parásitos adultos en el
escroto.
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