Percusión del Abdomen (semiología)
Este método exploratorio tiene,
en lo que se refiere al abdomen, una importancia menor que la palpación.
Acudimos a él para precisar el contorno de las vísceras abdominales, delimitar
el área de un tumor y para orientarnos sobre si el aumento de volumen que en un
momento dado presenta el vientre es debido a gas (timpanismo, neumoperitoneo),
liquido (ascitis, quiste ovárico) o una masa sólida.
La percusión será muy suave y
superficial. Para ello, apoyamos el dedo índice o medio de la mano izquierda
sobre las paredes del abdomen, y el dedo medio de la mano derecha, flexionado,
lo dejamos caer sobre el primero.
A continuación, consideraremos
las causas capaces de alterar el sonido percutorio normal del abdomen.
Enfisema subcutáneo: da a la percusión un sonido timpánico característico.
El dedo percibe, al mismo tiempo, sensación de crepitación nívea.
Ascitis: puede ser libre o tabicada. En la primera, el líquido
sigues, hasta cierto punto, las leyes de la gravedad y se acumula en las partes
declives, que por tal motivo se tornan mates (signos de la matidez declive). Estando
el sujeto en la posición de pie, la percusión delimita una zona mate que ocupa
los flancos y el hipogastrio; por encima de ella se obtiene timpanismo, que
facilita en sumo grado la demarcación. En decúbito dorsal, la zona mate abarca
el hipogastrio, las fosas iliacas y los flancos en una altura que varía según sea
la cantidad del derrame. La parte central es timpánica.
El diagnostico de ascitis se
completa con otras dos maniobras, la de la matidez
desplazable y la de la onda ascítica.
La primera, se percute el abdomen
con el paciente en decúbito lateral, de arriba hacia abajo, delimitando una línea
horizontal de matidez inferior. Colocando al paciente en el decúbito opuesto se
comprueba el mismo fenomeno; aparece matidez siempre en la zona declive, lo que
indica que el liquido se desplaza libremente en la cavidad.
La maniobra de la onda ascítica
se realiza con ambas manos; una de ellas se apoya sobre un flanco con el pulgar
en la línea infraumbilical (para bloquear la onda de la pared abdominal) y la
otra percute el flanco opuesto con la punta de los dedos. Si hay ascitis, la
mano apoyada percibirá una onda liquida. En ocasiones las ascitis esta tabicada
y puede generar zonas de matidez y sonaridad alternadas. Una causa es la
peritonitis tuberculosa, que ocasiona la denominada percusión “en damero”.
Irritación peritoneal.
Si se trata de la perforación de
una viscera hueca, encontramos un pequeño derrame peritoneal la desaparición de la zona de matidez
hepática (signo de Jobert). Este timpanismo prehepatico se desplaza a la cara
externa del hipocondrio al adoptar el enfermo el decúbito lateral izquierdo.
Oclusión intestinal.
Se observa timpanismo en el asa,
distendida por gases, que se encuentra por encima del obstáculo. Esto ayuda a
localizar el punto probable del íleo mecánico. Asi, en el caso de una oclusión del
angulo esplénico del colon, será el colon transverso, el que nos presentará el
timpanismo en cuestión; en la oclusión del asa sigmoidea, el descendente; en la
oclusión de la valvula de Bahouin, el intestino delgado, etc.
Referencias Bibliogracias
SURÓS, A; SURÓS J. Semiología
Médica y Técnica Explorativa; 8va edición, 2001
ARGENTE, H; ÁLVAREZ, M.
Semiología Médica, Fisiopatología, Semiotecnia Y Propedeútica; 1ra edición
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